La mente del oxido

Amanecía, sentado en la mesa de su cuarto junto a la ventana cegado por los ruidos del mundo que entraban furiosos y reverberantes por las ventanas
Hacia malabares con los números a su antojo…
De niño había aprendido el arte de manipular los vueltos del mercado en una suerte de magia matemática
Una reproducción de panes y peces en forma de círculos de níquel
Un prodigio del cual hasta el más avispado de los profetas se hubiera sentido celoso
Una conexión con la divinidad de una forma nueva y ambigua.

Ambigüedad: Una palabra para darle forma a la duda que es el sin razón, la no forma justamente, la transición entre formas
El camino entre dos puntos bien definidos, la nada

Y así era él, ese nada era, la paradoja conteniéndose así misma, escondido entre híspidas columnas curvas que emanaba su cuerpo cansado de transpirar, noche tras noche en un c u a r t d e u n a c a s a s o b r e u n a c a l l e d e u n a c i u d a d que cabe e n u n m u n d o
tan pululante de seres que resultaba ser una grosería, y el, la frutilla de esa grosería.
La parte visible que nadie quiere ver por que es la verdad, esa que duele y te pica con un palo en el costado cuando yaces ya sin nada en tus ojos, en un suelo una tarde algún día de un año que no es bisiesto.
Ese niño de los cardos amarillo, irreverente, sensible de a ratos
Y siempre atrapado en esas cajas dentro de cajas que se repetían unas a otras incesantemente para salir nuevamente en el punto de partida…
De la nada hacia la nada, un:
¿Qué dijo señora?
Perdón, estaba pensando en voz alta
Está bien ya se le va a pasar.
Ya se le va a pasar…



2+2=4
Pero también: 1+1+1+1=4
No sin: 8-3-1=4
Y así todas las posibilidades infinitas que se repiten en todo
Todo el tiempo.
La forma mas precisa de representar esto que no es preciso.
¡Inútil!, obsoleto método de medir la nada en proporciones y dimensiones
Que no existen
pero que se ven
pero que no existen
por que no existen.