martes, 31 de enero de 2012

sangre de sal...

un dia soñe con el mar y cuando llegue ya era tarde, ya nada de mi quedaba ahi
un dia camine por largas autopistas en noches sin estrellas
pobladas de autos, en el silencio mas grande
una noche jugué, por ultima vez con mis muñecos y los guarde para siempre
una noche mi puente con el mundo se quebro, ya nunca lo volveria a ver
solia estar horas siendo parte de ese todo
pasto, manos habiles, extraños rituales, una pala y un pozo para llegar a china
mapas viejos de enciclopedia como rutas de posibles viajes, catapultado por ese arbol que tanto doble
y un dia se volvio gigante.
la voz jugando entre paredes blancas rebotando en un suelo liso de alabastro, el laberinto del minotauro
de panza al cielo contando esas noche si, las estrellas.
un almohadón de quinceañera mullido y suave.
Un dia escuche mis canciones en la soledad mas atroz
y te busque en la multitud, y te senti en cada rostro, durante los momentos fucsias naranjas turquesas
volvi caminando esa noche, al lado del camino entre calles llenas de años, edificios como naipes llenos de macetas
amohosadas y casas con olor de abuela luces apagadas, gatos escabullendose entre las tapias
hierros llenos de oxido del oscuro que escribe y cuenta su historia , perros gente buscando en la basura
luces que parpadean, semaforos, hoteles, calles de piedra
curvas hermosas llenas de gramilla humeda y fria, pies mojados por el rocio y la humedad del puerto
estatuas de bronce corroido por el verde tiempo, gente esperando el colectivo en la madrugada para llegar a sus hogares
yo no tengo uno a donde ir esta noche por eso camino, por que quiero olvidar
todo lo que me hizo feliz por que quiero perderme en mi, en un grito sordo en la mitad de la noche